Noticias > Duplica la compra de viviendas como inversión en el último año
El panorama macroeconómico del pasado año presenció un notable aumento en la compra de viviendas como inversión. La escalada de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo y el Euríbor alcanzando máximos históricos condujeron a un encarecimiento de las hipotecas. En este contexto de creciente inflación, el sector inmobiliario emergió como un refugio seguro ante la incertidumbre financiera.
La intención de adquirir una vivienda puede variar según distintos propósitos. Si bien la mayoría busca establecer su residencia principal, también hay quienes buscan una segunda residencia o ven la compra como una inversión rentable. En términos porcentuales, se observa que el 73 % de los demandantes busca una vivienda para residir habitualmente, mientras que un 14 % busca una segunda residencia. El restante 13 % ha optado por la compra como inversión. Esta distribución muestra un cambio significativo con respecto al año anterior, con un aumento del 6 % en los inversores y una disminución del mismo porcentaje en los que buscan su primera vivienda.
María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, comenta: "La inversión en activos inmobiliarios se considera un valor refugio en épocas de incertidumbre como la actual. Tanto grandes como pequeños inversores ven en la vivienda una opción segura para proteger sus ahorros, especialmente dado el impacto positivo desde el inicio de la pandemia". Esta percepción se acentúa con los altos costos hipotecarios y los precios inmobiliarios históricamente altos, lo que ha desequilibrado la demanda hacia el perfil inversor.
En cuanto al perfil de los inversores españoles en vivienda, estos suelen tener una edad promedio de 48 años, aunque el grupo más activo se encuentra entre los 55 y 75 años. En contraste, los compradores de vivienda habitual tienden a ser más jóvenes, con una edad media de 43 años y una mayor concentración entre los 25 y 44 años.
En términos de género, los inversores son predominantemente hombres, mientras que las mujeres son mayoría entre los que compran su vivienda principal. Madrid destaca como el lugar preferido por los inversores, seguido de Cataluña, aunque este último ha experimentado un descenso significativo. Respecto al nivel socioeconómico, los inversores tienden a pertenecer a clases más altas, con ingresos mensuales superiores a los 4.001 euros, mientras que entre los compradores de vivienda habitual las clases medias son más comunes.
En resumen, el mercado inmobiliario español ha visto un notable cambio hacia la inversión, impulsado por la percepción de la vivienda como un activo seguro en tiempos de incertidumbre económica y altos costos hipotecarios.